¿Cómo influye mi alimentación en el trabajo?

Silvia Bernal Pérez
Silvia Bernal Pérez | Agente de Atención al Cliente
25/04/2022 | Actualizado: 30/06/2023 25/04/2022
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¿Cómo influye mi alimentación en el trabajo?
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Llevar una alimentación saludable es un objetivo que muchos nos marcamos de vez en cuando, sin embargo, cuando volvemos a la rutina después del verano, tras las vacaciones o al comienzo de un nuevo año, a muchos nos resulta casi imposible. Lo que no sabemos es que cuidar la alimentación en el trabajo tiene la misma importancia que cuidarla fuera de él.

Por eso, en este artículo, con la ayuda de Elena Zapata, te ayudaremos a conocer qué es la alimentación saludable y cómo puedes cuidarla también en tu trabajo.

¿Qué es la alimentación saludable?

La mayoría de nosotros, pasamos mucho tiempo en el trabajo cada semana. Eso hace que incluso comamos más días en él que en casa. Por eso es tan importante cuidar nuestra alimentación en el trabajo además de fuera de él.

En general, una buena alimentación se posiciona como uno de los principales factores para alcanzar una buena salud. Esto, además, influye mejorando el rendimiento profesional y, de esa forma, reduciendo las tasas de absentismo.

Esto, a través de diferentes estudios realizados en los últimos años, se ha demostrado que no ocurre así. Es decir, la mayoría de personas que comen en sus puestos de trabajo suele tener carencias de nutrientes esenciales que acaban afectando a su desempeño diario.

Frente a esto, ¿qué podemos hacer?

Alimentación en el trabajo saludable

Algunos de los trucos que podemos darte para mantener una alimentación en el trabajo saludable son mucho más sencillos de lo que te imaginas.

  • Planifica la semana durante el finde y tira de ‘Batch cooking’. Lo que queremos decir con esto es que aproveches el fin de semana para cocinar lo que comerás durante la semana y, de esa forma, evitarás que cada día te ronde el mismo mensaje: “no sé qué comer hoy”.
  • Incluye todo tipo de nutrientes en tus menús: verduras, legumbres, carnes, pescados, hidratos… Según el Plato Harvard, la mitad del plato deben ser verduras, un cuarto deben ser hidratos y el otro cuarto quedaría para las proteínas.
  • El menú estrella, las ensaladas completas, una opción muy fácil de preparar y llevar al trabajo. Ojo, deben ser equilibras y ofrecerte todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.
  • Olvídate de los platos precocinados y ayúdate de ellos solo en ocasiones excepcionales, no los consumas de forma habitual.
  • Si, por alguna razón no has podido llevar tu comida de casa y debes comer fuera, elige platos lo más caseros y naturales posibles, nada de precocinados o comidas rápidas.
  • ¡No te olvides del postre! Una fruta puede ser tu mejor compañera para refrescarte una vez has terminado tu plato principal.
  • Y, por último, bebe mucha agua y trata de evitar los refrescos azucarados.

Nutrición para prevenir riesgos laborales

Hasta aquí bien, ¿no? Todo esto son consejos que nos han dado alguna vez en nuestra vida a todos nosotros. Pero, ¿cómo influye la alimentación en el trabajo para prevenir riesgos laborales?

Pues lo cierto es que la dieta que siguen los trabajadores influye de forma directa en factores tan importantes como la productividad, e, incluso, los accidentes. No suele prestarse atención a estos factores, sin embargo, son trascendentales.

Tanto el exceso como el defecto, por ejemplo, son dos factores que pueden afectar a los trabajadores. Aquellos cuyas tareas requieren un alto esfuerzo físico deben ser conscientes de la importancia de ingerir los alimentos que les den la energía suficiente para toda su jornada. Eso evitará accidentes como las caídas por falta de energía.

Pero, además, no deben olvidar que su alimentación debe ser lo suficientemente ligera como para no perder dicha agilidad y que la propia digestión les genere pesadez o sueño.

Dos ejemplos muy claros para estas situaciones son, en el primer caso, los operarios de la construcción, y en el segundo caso, los conductores de camión o autobús.

Comemos lo que somos

¿Es cierto eso que dicen de que “somos lo que comemos”? Y si probamos a darle la vuelta a la tortilla, nunca mejor dicho. En este caso podríamos decir que “comemos en función de lo que somos”.

A pesar de que es un aspecto que muy pocos tienen en cuenta, cuidar nuestra alimentación en el trabajo es fundamental para desempeñar nuestras tareas al 100%. Y, aunque te suene raro, hay un ejemplo con el que entenderás a qué nos referimos. ¿Alguna vez has oído hablar sobre la dieta que siguen los deportistas? Estos, cuidan mucho de lo que comen ya que en función de eso su cuerpo responderá de una forma u otra en los entrenamientos, en la competición…

Debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo ya que las necesidades nutricionales de cada trabajador son diferentes a las del resto. Hay profesionales cuyo gasto energético es mínimo, como, por ejemplo, los trabajos sedentarios en oficinas; pero cuyo gasto psicológico es bastante elevado. En estos casos, incluir altos contenidos de vitaminas y minerales favorecerán el buen funcionamiento del cerebro y reducir la ingesta de alimentos pesados ayudará a estar más despierto y activo ya que la sangre no tendrá que dirigirse en su mayoría al estómago para realizar la digestión.

Por otro lado, los trabajos que requieren elevado gasto energético, donde el físico es una pieza fundamental, necesitarán incluir alimentos que aporten la energía necesaria en su día a día.

Hasta aquí nuestro artículo de hoy.

Esperamos que te haya gustado y que con él hayas aprendido un poco más sobre la importancia de cuidar la alimentación en el trabajo y fuera de él

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