Las partes del calzado de seguridad

Rocío Abellán Sánchez
Rocío Abellán Sánchez | Agente de Atención al Cliente
25/04/2022 | Actualizado: 23/04/2025 25/04/2022
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Las partes del calzado de seguridad
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El calzado de seguridad es una pieza fundamental en la protección laboral y se encarga de resguardar los pies de impactos, perforaciones, productos químicos y otros riesgos. A primera vista, este tipo de EPI puede parecer sencillo, pero, en realidad, los componentes de un zapato de seguridad son muchos y muy técnicos. Conocer las partes del calzado de seguridad te ayudará a elegir el modelo adecuado según el entorno de trabajo y te permitirá entender su importancia en la prevención de accidentes.

Componentes esenciales de un zapato o bota de seguridad

Cada zapato o bota de seguridad está diseñado con componentes específicos que trabajan en conjunto para proteger al usuario en entornos de riesgo. Cuentan con elementos que garantizan seguridad y mejoran el rendimiento del trabajador, adaptándose a diferentes industrias y necesidades específicas. En la siguiente imagen veremos en detalle cada una de estas partes para tener mayor conocimiento de su estructura, y las desglosaremos para conocer más sobre cada una.

Partes del calzado de seguridad

Todas las partes del calzado de seguridad

1. Parte superior: protección exterior e interior

La parte superior del calzado de seguridad es la primera barrera de protección frente a riesgos externos y juega un papel clave en la durabilidad y el confort. Es la encargada de proteger el pie de impactos, sustancias químicas y condiciones extremas como el calor o la humedad. Incluye todos los elementos situados por encima de la suela y está formada por varios componentes. Algunos elementos son visibles en el exterior, como el material de la cubierta, mientras que otros son invisibles, como es el caso de la puntera de seguridad.

Material exterior: cuero, microfibra y más

Uno de los principales motivos por los que solemos elegir un zapato de seguridad es el material principal del mismo. Sin embargo, debemos prestar especial atención a este y otros aspectos, ya que cada material tiene propiedades diferentes que pueden ser muy interesantes para unos profesionales pero no serlo tanto para otros.

La elección del material depende de las condiciones específicas del entorno de trabajo, ya que cada tipo ofrece propiedades distintas. Por ejemplo, el cuero es conocido por su robustez, resistencia al desgaste y capacidad para ofrecer protección frente a factores como impactos o sustancias químicas. Dentro de los diferentes tipos de cuero, el de grano completo, el nubuck o el ante tienen variaciones en cuanto a durabilidad y resistencia al agua. Por otro lado, materiales como la microfibra son muy populares en sectores como la hostelería, ya que son ligeros, higiénicos y de fácil mantenimiento, ofreciendo un aspecto similar al cuero a un coste más accesible. La microfibra también tiene la ventaja de ser más transpirable, lo cual es esencial cuando se requiere un calzado cómodo para largas jornadas. Además, en algunas aplicaciones, los textiles y materiales sintéticos también tienen su lugar, especialmente cuando la transpirabilidad y el bajo peso son prioritarios.

Parte superior del calzado de seguridad

Vista de la parte superior de un zapato de seguridad

Revestimiento interior: confort y transpirabilidad

El revestimiento interior del calzado de seguridad tiene una función muy importante en cuanto a comodidad, especialmente para aquellos que pasan largas horas de pie o caminando. Aunque es invisible, su papel en el bienestar diario es fundamental. La elección del forro interior debe adaptarse tanto a las condiciones climáticas como a las necesidades del trabajo. Por ejemplo, en ambientes cálidos o en trabajos que requieren estar de pie durante muchas horas, los forros transpirables son esenciales para mantener los pies secos y evitar la acumulación de humedad, ayudando a prevenir rozaduras e incomodidades.

Por otro lado, en climas fríos o en trabajos al aire libre, los forros térmicos, como los de lana, ofrecen un aislamiento adecuado para mantener los pies calientes durante el invierno. Existen también revestimientos técnicos como la membrana Gore-Tex, que combina impermeabilidad y transpirabilidad, protegiendo los pies de la humedad externa mientras permite la evacuación del sudor interno.

Revestimiento interior del calzado: confort y transpirabilidad

Detalle del forro interior acolchado y transpirable del calzado de seguridad

Refuerzos y costuras: durabilidad frente a uso intensivo

Los refuerzos y costuras del calzado tienen como objetivo mejorar la vida útil del zapato y reforzar la protección del trabajador. Elementos como la puntera reforzada se encargan de proteger los dedos de impactos y compresiones a la vez que previenen el desgaste prematuro en la parte frontal del zapato. Del mismo modo, un talón reforzado ayuda a mantener la estabilidad y prolonga la vida útil del calzado, evitando el deterioro acelerado en una de las zonas más castigadas por la fricción y el movimiento constante.

Algunos modelos incluyen protecciones adicionales, como la metatarsal, que refuerza la parte superior del pie para evitar lesiones en los metatarsos, o el refuerzo del maléolo, diseñado para proteger esta zona del tobillo de posibles golpes. Las costuras también influyen en la durabilidad, ya que las técnicas de fabricación y los materiales utilizados pueden marcar la diferencia entre un calzado que resiste condiciones exigentes y otro que se desgasta rápidamente. El sistema de cierre es otro aspecto a tener en cuenta. Opciones como los cordones tradicionales, el velcro o la cremallera ofrecen distintos niveles de ajuste y comodidad según la actividad laboral. Innovaciones como el cierre BOA, con un sistema de ajuste preciso, evitan que los cordones se aflojen, mejorando la seguridad y la facilidad de uso. Además de los refuerzos visibles, algunos modelos incorporan espumas de amortiguación internas que contribuyen al confort y reducen la fatiga en jornadas largas, asegurando que el calzado proteja a la vez que ofrece el máximo bienestar al usuario.

2. La suela del calzado de seguridad

La suela es uno de los componentes más importantes del calzado de seguridad, ya que influye directamente en la estabilidad, el agarre y la protección frente a los riesgos del suelo. Es la primera línea de defensa contra superficies resbaladizas, objetos punzantes, productos químicos y temperaturas extremas, por lo que su diseño y material marcan la diferencia en términos de seguridad y confort.

Compuesta por distintas capas según el nivel de protección del calzado, la suela exterior es la que entra en contacto directo con el suelo, ofreciendo resistencia al deslizamiento y absorbiendo impactos. En su interior, la presencia de plantillas y capas intermedias puede aportar mayor amortiguación y confort, además de reforzar la protección contra perforaciones o descargas eléctricas. No todos los modelos incorporan las mismas estructuras, ya que la composición varía en función del tipo de trabajo para el que está diseñado el calzado.

Plantilla interior: ergonomía y soporte

La plantilla interior tiene una función muy relevante en la ergonomía del calzado de seguridad por ser la parte que está en contacto directo con el pie. Su función principal es proporcionar soporte, amortiguación y transpirabilidad, ayudando a mantener una postura adecuada y reduciendo la fatiga en trabajos de muchas horas de pie o con movimiento constante.

Habitualmente están fabricadas con espuma EVA o poliuretano (PU), y muchas incluyen tratamientos antibacterianos y sistemas de ventilación para evitar la acumulación de humedad y prevenir malos olores. En la mayoría de los casos son extraíbles, por lo que pueden reemplazarse fácilmente en caso de desgaste o para adaptar el calzado a necesidades específicas, como el uso de plantillas ortopédicas.

Plantilla interior con soporte anatómico

Plantilla ergonómica extraíble de un zapato de seguridad

Entresuela: absorción de impactos y estabilidad

La entresuela, también conocida como suela intermedia, es un componente clave en la absorción de impactos y la estabilidad del calzado de seguridad. Ubicada entre la plantilla y la suela exterior, su función es amortiguar cada pisada, reduciendo la presión sobre las articulaciones y minimizando la fatiga durante largas jornadas laborales. Aunque no es visible, su impacto en la comodidad y el rendimiento del usuario es significativo.

Fabricada con materiales ligeros como el poliuretano o la goma EVA, la entresuela proporciona flexibilidad y una excelente capacidad de absorción de impactos. En algunos modelos avanzados, incorpora tecnologías antifatiga que mejoran la distribución del peso y optimizan la pisada, reduciendo el esfuerzo en cada paso. Sin embargo, no todos los zapatos de seguridad cuentan con este componente, ya que su inclusión depende del nivel de confort y protección que se busque. Para quienes trabajan de pie durante muchas horas o en superficies irregulares, una entresuela de calidad marca la diferencia en términos de estabilidad y bienestar.

Entresuela del zapato de seguridad

Entresuela del zapato de seguridad para máxima comodidad

Plantilla antiperforación: ¿cómo protege el pie?

La plantilla antiperforación es una de las partes destacadas del calzado de seguridad diseñada para evitar que objetos punzantes, como clavos o vidrios, atraviesen la suela y lesionen el pie. Aunque no está presente en todos los modelos, su inclusión es fundamental en sectores donde existe un alto riesgo de pisar superficies peligrosas, como la construcción o la industria metalúrgica.

Para cumplir con la normativa UNE-EN 20345:2022, esta plantilla debe ser capaz de resistir perforaciones con una fuerza de hasta 1100 Newtons, proporcionando una barrera eficaz contra elementos afilados. Tradicionalmente, el acero ha sido el material más utilizado para este propósito debido a su gran resistencia, aunque en la actualidad las fibras textiles han ganado popularidad gracias a su flexibilidad, ligereza y capacidad de cubrir una mayor superficie del pie. La elección entre ambos materiales dependerá del equilibrio entre protección, comodidad y necesidades específicas del entorno de trabajo.

Plantilla antiperforación del calzado de seguridad

Vista de la plantilla antiperforación en una bota de seguridad

Suela exterior: tipos y resistencia al deslizamiento

La suela exterior es el punto de contacto directo entre el calzado de seguridad y el suelo, por lo que su material y diseño influyen directamente en la estabilidad y en la prevención de resbalones. Generalmente fabricada en caucho o espuma de poliuretano (PU), debe ofrecer una combinación de resistencia y flexibilidad para garantizar un buen agarre en distintas superficies y condiciones de trabajo.

La capacidad antideslizante es un requisito obligatorio en el calzado de seguridad y está regulada por normativas específicas. Para certificar su eficacia, las suelas se someten a pruebas que evalúan su tracción en superficies lisas, húmedas o aceitosas. Además del material, el diseño juega un papel crucial: patrones con tacos profundos, talón despegado o relieves estratégicamente distribuidos mejoran la adherencia y la estabilidad. Más allá del agarre, algunas suelas incluyen propiedades adicionales según el modelo, como resistencia al calor, al frío o a productos químicos, aumentando su durabilidad y adaptabilidad a distintos entornos laborales.

Suela antideslizante en calzado de seguridad

Suela exterior con nivel de adherencia

3. Puntera de seguridad: ¿qué tipo ofrece más protección?

La puntera de seguridad es la encargada de resguardar los dedos de los pies frente a impactos y compresiones causadas por la caída de objetos pesados o golpes accidentales. Su resistencia está regulada por normativas de seguridad que exigen soportar fuerzas de impacto elevadas, garantizando así la máxima protección en entornos de trabajo exigentes, como la EN ISO 20345:2022.

Existen distintos materiales utilizados en la fabricación de punteras, cada uno con características específicas. Las punteras de acero son las más tradicionales y destacan por su alta resistencia a impactos y compresión, aunque pueden añadir peso al calzado y ser menos aislantes térmicamente. Por otro lado, las punteras de aluminio ofrecen una protección similar con menor peso, lo que mejora la comodidad sin comprometer la seguridad. También están las punteras de composite, fabricadas con materiales no metálicos como fibra de vidrio o carbono, que combinan ligereza, resistencia y propiedades dieléctricas, siendo ideales para trabajos donde se requiera aislamiento eléctrico o térmico.

Puntera de seguridad con protección a impactos

Calzado de seguridad con puntera de seguridad que protege de impactos directos

Puntera de acero

La puntera de acero es la más tradicional en calzado de seguridad y sigue siendo una de las más utilizadas debido a su alta resistencia frente a impactos y compresiones. Según establece la norma EN ISO 20345, debe resistir impactos de al menos 200 J y una carga de compresión de 15 kN. Su uso está especialmente extendido en entornos industriales, construcción y cualquier trabajo donde exista un alto riesgo de impacto en los pies.

Aunque es una de las opciones más robustas, su peso es mayor en comparación con otros materiales como el aluminio o el composite. Además, al ser un material metálico, puede transmitir el frío o el calor con más facilidad, lo que puede ser un factor a considerar en ciertos entornos laborales. Sin embargo, su durabilidad y resistencia hacen que muchos profesionales sigan confiando en este tipo de puntera para garantizar la máxima seguridad en su día a día.

Puntera composite o fibra de vidrio

La puntera de composite o fibra de vidrio es una alternativa más actual y ligera a las punteras metálicas, ya que ofrece una protección eficaz sin añadir peso innecesario al calzado. Al estar fabricada con materiales no metálicos, como fibra de vidrio, carbono o polímeros reforzados, mantiene la resistencia a impactos y compresiones de hasta 200 julios, cumpliendo con los estándares de seguridad exigidos.

Una de sus principales ventajas es que no conduce la electricidad ni las temperaturas extremas. Además, su ligereza reduce la fatiga en jornadas largas y mejora la comodidad del usuario. Aunque su precio puede ser ligeramente superior al de las punteras de acero, su combinación de seguridad, aislamiento y confort la hace una opción cada vez más popular en distintos ámbitos laborales.

1 comentarios

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Пётр
2021-09-15 08:03:00

ste tipo de EPIs se encuentran catalogados dentro de la categoria III que engloba los equipos de diseno complejos destinados a proteger de todo peligro mortal o que puedan danar de forma grave e irreversible la salud, por lo que el fabricante debe elaborar una declaracion CE de conformidad despues de que un organismo notificado haya expedido un certificado CE de tipo y efectuado un control de fabricacion.

Respondiendo a Пётр
Prolaboral
2021-09-15 08:57:48

Así es, Пётр, Y, en Prolaboral contamos con todos las declaraciones correspondientes así como los certificados CE.