El papel de los EPIs en el trastorno del sueño y la fatiga laboral

Maribel Tomás Sánchez
Maribel Tomás Sánchez | Agente de Atención al Cliente
25/04/2022 | Actualizado: 30/06/2023 25/04/2022
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El papel de los EPIs en el trastorno del sueño y la fatiga laboral
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En Prolaboral tenemos días especiales para todo. Hoy, como cada 15 de marzo, celebramos el Día Mundial del Sueño. Y, como bien sabemos, un buen descanso es fundamental para que en nuestro día a día seamos capaces de dar el 100% en cada una de nuestras actividades y tareas.

Por eso hoy, aprovechando que celebramos el Día Mundial del Sueño, queremos hacer un post especial enfocado a la fatiga y, en especial, a la fatiga labora.

Nuestro objetivo es recoger una serie de consejos que pueden ayudarnos a desprendernos de la molesta fatiga laboral que todos hemos sufrido alguna vez. ¡Descúbrelo!

Qué es la fatiga laboral

Pero, antes de conocer qué es la fatiga laboral, debemos saber qué es la fatiga. Así que, podríamos definirla como aquel fenómeno relacionado con la actividad que realiza un individuo y que consiste en una disminución del rendimiento de este. Además, puede o no estar acompañada de una sensación de cansancio.

Por lo tanto, podríamos decir que la fatiga laboral es consecuencia de una actividad excesiva y/o de un trabajo monótono, sumado a una falta de descanso que puede venir dada por gran multitud de factores, como, por ejemplo, no utilizar adecuadamente los equipos de protección individual necesarios como orejeras, gafas, tapones…

Aunque la fatiga laboral afecta a un gran porcentaje de la población en varias etapas de su vida laboral, algunos trabajadores son más propensos a sufrirla. Por ejemplo:

  • Trabajadores con turnos de noche. 
  • Conductores, sobre todo los que tienen horario nocturno, siendo así la fatiga al volante la causa que hay detrás del 10% de muertes en carretera.

Qué tipos de fatiga laboral existen

Los diferentes tipos en los que podemos clasificar la fatiga son:

  • La fatiga general, que afecta tanto física como mentalmente a todo el organismo.
  • Por su parte, la fatiga sensorial genera dolores e hipersensibilidad al sistema nervioso.
  • La fatiga física ocasiona dolores sobre todo en los músculos.
  • La siguiente es la fatiga mental, que genera tensión en el individuo a nivel emocional, creada por intensas y/o prolongadas actividades mentales.
  • Y, por último, la fatiga crónica, que es en la que nos centraremos nosotros. Esta se produce por la falta de recuperación y mala calidad en el descanso, tanto dentro como fuera del trabajo. Provoca sensaciones de malestar tanto físico como emocional y da como resultado una retroalimentación del malestar día a día al no recuperarse nunca.

Cómo combatir la fatiga crónica mejorando el sueño

Como hemos explicado en el apartado anterior, la fatiga crónica puede estar causada por múltiples factores, entre ellos una mala calidad en el descanso. Y esto, a su vez, puede ser causa de un mal uso de los equipos de protección individual que deben acompañarnos en nuestro trabajo.

¿Sabes cómo afecta el uso incorrecto de los equipos de protección en tu descanso?

  • Primero, no usar las orejeras y/o tapones cuando estamos expuestos al ruido puede afectarnos considerablemente, ya que modifica la estructura del sueño y altera sus ciclos, etapas y la profundidad de este.
  • Por otra parte, no usar gafas de protección puede causar daños en la retina, la córnea o cualquier otra parte del ojo. La exposición a cierto tipo de luces y destellos artificiales, como la luz UV, puede también afectarnos y provocar problemas de insomnio ya que la exposición continuada inhibe la secreción de melatonina, la hormona que nos ayuda a dormir.
  • Y, además, no utilizar guantes que reduzcan la vibración cuando se está expuesto a esta, también influye en nuestro descanso. Ya que puede generar gran diversidad de trastornos. Destacamos los que se producen en el Sistema Nervioso Central. Cuando este sufre una lesión, el interruptor que activa los sistemas del sueño en el cerebro, no funciona por lo que las neuronas continúan teniendo actividad constante y de esa forma se produce el insomnio.

Y esto, son solo algunos de los ejemplos más claros. De aquí se destaca la importancia de protegernos bien cuando estamos expuestos a agentes externos que pueden afectar a nuestra salud y seguridad.

De igual forma, los EPIs nos protegen de los riesgos derivados de la somnolencia diurna y otros tipos de fatiga, pues reducen la probabilidad de sufrir un accidente. Por ejemplo, un kit anticaídas evitará la caída de un trabajador que resbala en las alturas, unos guantes anticorte le librarán de una herida cuando esté manipulando maquinaria, y así un largo etcétera.

Cuando no dormimos lo suficiente, parte de nuestras neuronas se vuelven más españolas que nunca y se toman un descanso en forma de ‘siesta’ mientras estamos despiertos. Estos apagones pueden ser responsables de bajo rendimiento cognitivo, irritabilidad y despistes que causan accidentes. Así que ya sabes, protégete, duerme bien y envejece sano.

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